Guarda silencio y deja qué hable el corazón... Qué no siempre la conciencia es la qué tiene la razón.!

lunes, 21 de marzo de 2011

Amor.

Amor

Según la real academia española el amor es “un sentimiento afectivo que se experimenta hacia una persona, animal o cosa; Sentimiento de desear el bien; Tratamiento para la persona amada”, ¿pero que de cierto hay en esta definición? Si cada cabeza es un mundo, y todos pensamos diferente ¿como saber si este reconocido diccionario esta en lo correcto?.
Ay quienes describen o definen el amor como “una necesidad de esa persona amada” otros, sin embargo consideran que este sentimiento es una “ilusión” un sueño en el cual el mundo gira en torno ah "el" ò "ella".
Otros que el amor es mariposas en el estomago, sudar frió al verl@, pensar todo el día en esa persona y por supuesto, no podrían faltar quienes no creen en este sentimiento.

Ahora díganme, luego de explorar algunas, por que dudo que sean todas las formas de describir el amor, ¿creen que alguno de nosotros lo pueda definir atrapando todas las ideas de nuestro colectivo? Sinceramente, ¡Lo dudo!. Por eso hoy quiero hablar de MI forma de ver el amor.
Como muchos saben hace algunos años no creía en este sentimiento, pensaba que algo tan “complejo” no podría existir tal cual, por la sencilla razón de que solo conocía el gusto, la atracción, la química que existe entre un hombre y una mujer, y para mi (y aun lo sigo pensando) algo tan ¡extraordinario! No puede ser algo tan “mundano”, por eso al ver o escuchar a amig@s, conocid@s, extrañ@s, señor@s diciendo lo mucho que decían amar a el o ella lo veía como algo inmaduro. Cosa que con el paso del tiempo descubrí, no era. Sino que el inmaduro era yo, ¿por que saben que? Para saber que es el amor, ¡tienes que vivirlo! Sinceramente es un sentimiento tan complejo que es relativamente imposible describirlo del todo, es algo que te llena, que hace que te den ganas de comerte el mundo, por que para mi el amor no es una “necesidad” , eso se llama dependencia, tampoco es una “ilusión”, por que las ilusiones cuando se cumplen se desvanecen, tampoco es mariposas en tu estomago, sudoración, eso se llama Atracción, para mi el amor es algo mas que eso, es quizás la combinación de dependencia, atracción, entrega, ilusiones, momentos, planes, magia.. Por que por sobre todas las cosas el amor es mágico es la madre de las ilusiones, el mayor antídoto para el dolor, el mejor viagra que existe, es dejar de ser uno para convertirte en dos, es dejar de pensar en tu bienestar para pensar por el bienestar de ambos, es planear, es sentir que el mundo gira en torno a ti cuando estas con el o ella, que el tiempo se desvanece, es verte con esa persona no hoy, ni mañana, si no ¡Siempre!.

El amor no es un sentimiento de por si “dañino”, ¡no! Es lo que nos hace Humanos, lo que nos mueve y llena de vida, lo malo esta en que muchas veces nos enamoramos de la persona menos indicada, o dejamos que otros sentimientos como culpa, celos, confusión, atracción, orgullo, miedo, desconfianza etc. Lo vayan opacando o te nieguen la oportunidad de sentirlo. El error no esta en enamorarte, el error esta en enamorarte y dejar pasar la oportunidad de decírselo o de vivir ese amor por factores externos u otro tipo de sentimientos como los que antes mencione o alguno que te haya ocurrido, por que como dije, no todos pensamos o sentimos igual.

Esta es mi manera de amar, no contradigo las demás, pero para mí ahora esto es el amor.
Si compartes mi opinión entonces al igual que yo te habrás enamorado, y Si piensas que soy un loco un enfermo o un "cursi" de primera.. Créeme no te juzgo, por que entonces eres el Alfonso de hace 6 años… un niñ@ inmaduro que nunca se ha enamorado.

viernes, 31 de diciembre de 2010

El sabor de la Esperanza

Me encontré pensándote, imaginándote, añorándote, aunque parezca ilógico por el motivo de extrañar algo que no se tiene, que no se ve, que no se toca, pero que la vida me ofrece y me invita a conocer, a buscar, lo cual me impulsa a esculcar cada rincón y caminar cada sendero con la simple idea de encontrar ese motivo, esa escusa perfecta para seguir soñando, para creer que ese sueño no será un sueño por siempre sino solo el preámbulo de una dulce realidad, realidad tan exquisita como el sonido de tu voz, voz que se cuela por mis oídos, retumba en mi cabeza y se tatúa en mi memoria, memoria que conspira con la vida y me alienta con tu recuerdo, recuerdo que dibuja una sonrisa en mi rostro y me llena de alegría, recuerdo que va y viene libremente en mi mente, tan libre es mi añoranza que mora en mi día a día y aparece cuando gusta, cuando le place. Y hoy solo me queda dar gracias a tu alusión, a mi memoria, a esa voz que me hipnotiza y sobre todo a la vida por orquestar tan grande sinfonía, solo para hacerme sentir lo dulce que es el sabor de la esperanza! Por que eso eres para mi... Una gran esperanza, una primavera anticipada que vino a borrar todos los inviernos de mi vida.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Mujeres.

La imposible.

La que no lo fue tanto.

La que se hace la dormida.

La mujer qué nunca se calla.

La que siempre tiene dolor de cabeza.

La que arregla todo con un “no sé” –Maldito no sé-.

La que piensa que los hombres solo se quieren acostar con ella.

La que se convirtió en amor de un amigo, y también del mío. Pero termino siendo la novia de mi peor enemigo.

La profesora de primaria –esa qué le gustaba saber que los niños la miraban-.

La Reina del salón, qué por cierto nunca me llamo la atención. Siempre decía cosas estúpidas.

La chica de ojos hondos y labios finos, que no era tan perfecta como soñaba.

La mujer que no quiere desnudarse por temor a quedar embarazada.

La que no quiere ser madre de familia. Y la que sí.

La Rubia de ojos grises que no le gusta enamorarse por que sale lastimada.

La anciana que llego virgen hasta su encuentro con “Dios”.

La que disfruta ver como la deseas, la que le excita más saber que tiene el control solo ella y no el tenerte a ti entre sus piernas.

La que te engaña por haber sido engañada.

La señorita que casualmente siente amor por tan solo un mes. –Para ella es amor, para mí pues… no lo sé-

La que se entrega por la soledad, por deseo, por que sí.

La escritora que solo con leerla sabes su vida, su historia.

La soñadora que aun cree en príncipes azules y que la vida es color rosa. –Esa que beso a este “sapo” y quedo en mi memoria-.

La mujer que no se rinde hasta lograr su gloria.

La que espera demasiado de las personas, como Tú.

La Atlética, con licra a la cadera y blusa chiquita, esa que le gusta entrenar frente a los espejos, esa que es la culpable de que nunca me concentre en mis entrenamientos.

La secretaria con uniforme escotado.

La Psicóloga con voz seductora –que habla susurrando-.

La mujer que no es mujer por que sí, por que no le da la gana.

Todas ellas, todas estas mujeres que se alojan en mi memoria, y las que no. Todas son y serán parte esencial de mi historia.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Carta De Un Mentiroso.

Una de las cosas que desde que tengo uso de razón me causa intriga, es aquello a lo que llamamos mentir. El como una simple frase puede salvarnos de una situación embarazosa, torturarnos como ninguna otra, tan fácil y a la vez tan difícil de descubrir.

Como algo tan sencillo puede salvar vidas, romper corazones, hacer vivir de ilusiones y, a veces, hasta hacerte feliz sin que lo sepas.

Hay quienes se han vuelto tan expertos en este arte, que son capaces de mentirte de una manera tan verdadera que ninguna fibra de tu cuerpo puede detectar un pequeño hilo de falsedad, otros que lo hacen de manera sutil, diciéndote solamente lo que quieres oír y hay quienes la mentira es su estilo de vida y ni en las circunstancias mas simples son capaces de decirte la verdad.

Pero a tú parecer yo voy mas aya de eso, Según tú yo soy un mentiroso compulsivo. Un imbécil embustero que dice sentir sentimientos genéricos solo para acariciar su ego, alguien mal intencionado que te engaño, haciéndote creer que serias su eterno amor, y que destrozo tu corazón. Y ahora que lo pienso, en realidad tienes razón. Ya no eres lo que solías ser antes. Es que ah veces, cuando uno se encuentra en esa encrucijada de la vida y la salida mas visible se te cierra de una manera tan abrupta como la tuya se me cerró, realmente no quedan muchas opciones.

Es que fue en ese momento, ese preciso momento cuando mas te necesitaba que tú decidiste cansarte, cuando con una mirada frívola te alejaste diciendo que ya no podías seguir por razones que no quisiste contarme. Y que luego, cuando por fin decidiste hablarme y “explicarme” solo me dijiste que lo aceptara, que te entendiera, y que ahora era El, quien te llenaba y te hacia sentir las mismas cosas que yo te hacia sentir antes.

No se, realmente nunca lo entendí y, en realidad, nunca quise entenderlo, simplemente por el hecho de que no quería darme cuenta de lo que en verdad eres, nunca quise pensar mal de ti, ni en ese tipo de situaciones en las que uno todo lo que tiene que hacer es usar el sentido común para darse cuenta de lo que realmente escondías tras tu mascara.

Si, ese mismo sentido común que usaban hasta tus mismas amigas para decir el por que fue que lo elegiste a El, y a los muchos regalos que te traía de Miami, las grandes fiestas que celebraba en tu nombre y al auto del año que seguramente sus padres “ayudaron” a comprar para que el pobre no pasara ningún tipo de trabajo. Ese mismo sentido común que me explicaba el por que lo mostrabas como un gran premio, el por que lo llevaste hasta la casa de tus mismísimos padres, -esos que yo conocí solo por fotos por que eran unos “ogros”- Y ese mismo sentido común que me decía el por que llegaste a nombrarlo “el amor de tu vida”.

Sí… esa misma frase que hasta hace pocos meses era yo quien te motivaba a decirla.

Pero a pesar de eso, Yo Preferí hacerte caso, aceptar el hecho de que ya no estabas conmigo, olvidar el pasado y con ello seguir mi camino, sin rencores, sin enemigos ni malos momentos compartidos, elegí mil veces guardar lo bonito, antes de sentir ese sentimiento muerto que no es buen compañero y mucho menos amigo. No fue fácil, lo admito, pero lo logre superándome a mi mismo y a mis propios instintos.

Y ahora de nuevo apareces tú, con tu mirada única y cara de niña triste, diciéndome que te arrepientes, que de verdad me amas y me quieres, que te perdone, que fue un error del cual ahora te sientes sumamente culpable y que eres capaz de lo que sea para no perderme. Pero lo siento, amor, yo no soy de los que piden algo a cambio para demostrar sentimientos, yo soy de los que aun creen que es primero el sentir y no el dinero, por que si algo nos llevamos ah de ser lo mas sincero, eso que no llenan las cuentas de banco ni los carros ultimo modelo, esos momentos mágicos que quedan para siempre plasmados en ese baúl donde guardamos nuestros mas preciados recuerdos.


Por esto, yo soy el mentiroso, el que siente sentimientos genéricos, el que te engaño haciendo creer que serias su “amor eterno”.

Y como te dije antes, lo acepto, tienes toda la razón, ya no te amo, y la verdad ya no quiero hacerlo.

Mejor déjame aquí, con mi corona de mierda en mi trono de embustero. Pero tú, tu sigue tu rumbo por que yo a mi lado ya no te quiero.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Sí Fuiste Tú

Como me gustaría estar de nuevo frente a ti…

Sentir ese susto que se siente al acercarse poco a poco a la persona que quieres…

Detallar de nuevo, mientras me acerco, esa silueta, esa figura, esa persona que tanto quieres y añoras y que pronto estará entre tus brazos.

Y cuando esto ultimo por fin suceda, disfrutarlo al máximo, sentir como poco a poco el tiempo se detiene, ese instante mágico, en el que te tendré a mi lado…

Respirar tu aroma, tan dulce y sutil que por tanto tiempo recordé, y por fin pasar de lo imaginario a lo real…

Ver tus ojos, esos ojos plasmados en mi memoria, que hacían que me perdiera irremediablemente en ellos… sentirlos penetrar en los míos con esa mirada tan llena, profunda y sensata…

Acariciar tu cabello... ese cabello en el que tantas noches soñé enredarme y nunca soltarme…

Y luego escuchar tu voz… esa voz tan dulce y cálida, que tanto me llena, que era música para mi alma, pues es la voz de quien amaba… y que quizás siempre amaré.

Pues fuiste tú, quien me devolvió a la vida… quien hizo despertar en mí ese sentimiento que hacia tantos años no sentía…

La única que intento por todos los medios de olvidar y aun sobrevive su recuerdo, la única que veo, y tiemblo, la única que me hizo creer de nuevo en algo que para mi ya estaba muerto…

Y hoy no me da vergüenza decirlo, decir que fuiste tu quien me enseño una gran lección de vida, la que me hizo madurar… y por fin aceptar lo que sentía…y decirlo sin mirar atrás, sin creer que estoy siendo débil, pues me enseñaste que debilidad no es decir lo que se siente… si no aparentar que eres de piedra cuando en el fondo te mueres…

Hoy me doy cuenta de que el amor cuando es real, no se olvida, solo cambia de lugar en la memoria.

martes, 30 de noviembre de 2010

El Acuerdo Perfecto

Alejandro se despertó con más ánimo del que suele tener siempre, se levanto con alegría, llego temprano a su trabajo, saludo a todo mundo con cortesía –cosa que no suele tener muy a menudo-, se sentó en su escritorio y con música de fondo se concentro en realizar todas las actividades que pendiente tenia.

Esto sin duda causa intriga, sobre todo  en las personas que comparten con el día a día. Quizás sea por el hecho de que nuestro amigo desde hace algún tiempo paso de ser un energúmeno de primera, que trataba mal a las personas y se la pasaba hablando de las imperfecciones de su esposa. A un compañero sonriente, envidiable, responsable, amable cariñoso y simpático. Cosa que hasta parecía dar a entender que estaba feliz. Algo que la mayoría que lo conoce, juraría nunca haberlo visto así, por lo menos no en muchos años.

Lo que la gente no sabe, es que hoy es un día especial para Alejandro. Hoy es martes, día de travesuras errantes, de drenar el estrés acumulado, de pasearse después de salir del trabajo por la avenida Rómulo Gallegos, o por la Salle a buscar carne nueva para llevar a casa por la tarde. Es que desde que el y Lucia llegaron a ese acuerdo tan perfecto en el que nuestro amigo podía llevar una prostituta a casa después del trabajo una vez a la semana. La vida tiene otro sabor, otro rumbo. Ya no importa el mal humor del jefe, que el trabajo de la oficina sea exorbitante, que el perro mastique los zapatos o que Lucia no sea la ama de casa con la que el siempre soñó. Ya nada importa, ya nada suele tener la importancia de antes, por que ahora existen estos adorados y queridos martes.

Alejandro al  salir del trabajo se embarco en esta misión gratificante, encontrar a la chica perfecta para este día. Tenia que apurarse, por lo menos para que la compañera en turno este  recién llegando a su “lugar de trabajo”. Y no tenga que lidiar también con olores que no son muy gratos. El ya tiene en mente como más o menos tiene que ser. Nada de cuerpos exorbitantes, ni tampoco fachas que no dejen nada a la imaginación y muestren todo su ser al aire, Por lo menos tiene que ser recatada, así sea en apariencia y de cuerpo alta y con tallas razonables.

Después de un largo rato paseando por las calles parece haber encontrado a la ideal: Alta, delgada, de cabello castaño y con rostro agraciado. ¡Bingo!.

“Hey, ¿te animas a dar una vuelta conmigo?”

“cobro por hora, lindo”

“No te preocupes. Vamos a mi casa”

La chica sin pensarlo dos veces subió al auto, y no solo ella, si no también un aroma a pachulí que seguramente usa para ocultar el olor de sudor prestado. Y así nuestro amigo emprendió rumbo al lugar acordado, buscando  siempre el camino donde hay menos trafico, ahorrar el tiempo es algo sumamente necesario, sobre todo si tu acompañante cobra por hora y con tarifas que no son nada baratas.

Al llegar, ella lo primero que hizo fue detallar el lugar, el apartamento era grande, y nuestro amigo no vivía nada mal, para ella era bueno saberlo, ya que no quería pasar la noche con un desconocido y de paso no ser retribuida  como debía.

-¿Aquí o en tu cuarto? – dijo con voz insinuante y con una mirada picara.

-Espera, voy a llamar a mi esposa.

-¿Tú esposa?

-Si, ella es la que sabe como es todo.

-¡Qué modernidad!


Y en menos de lo que pudiera terminar la frase aparece Lucía, con blusa escotada, entaconada  y su cartera bajo el brazo, lista para salir. Miro con detenimiento a la damisela y con una mirada de aprobación le hizo saber a nuestro amigo que era sencillamente, perfecta.

-¿Como te llamas? – pregunto.

-Me puedes llamar como quieras, querida. –contesto la chica con voz segura.

-Bueno. Reinita, ven es por aquí.

Un poco intimidada la chica se deja conducir por Lucia a un cuarto al final de un pasillo, una habitación un tanto frívola  alumbrada por una luz tenue que le daba un tono tosco a los cuadros de flores que colgaban de las paredes pintadas de blanco.

-Aquí tiene todo lo que necesita, Reinita, esta ropa es delicada así que por favor le agradecería tener cuidado al plancharla. Al terminar no las doble, de este lado tiene los ganchos para colgarlas. También aquí tiene el limpiador y los utensilios de limpieza, solo tiene que limpiar el pasillo, lo demás esta limpio. En el nevera tiene un numero en el cual puede localizarnos en el caso que tenga algún problema. Nosotros regresaremos a eso de las 11:30. Nos vemos.

-¡Hasta luego!- le dijo Alejandro mientras tomaba a su esposa de la mano, caminando con un paso pausado hasta llegar a la puerta, y luego cruzando esta, cerrándola desde afuera.

Nuestra amiga ni siquiera respondió, es que en realidad solo su mirada de asombro era la única que emitía alguna expresión, quizás esto se deba a que debe ser realmente difícil pronunciar o decir algo cuando se tiene la boca totalmente abierta. Nunca se imagino que al dejarse a merced de la buena de dios en uno de los oficios más antiguos del mundo le ocurriría algo como esto.

Mientras que por la calle, iban Alejandro y Lucia, feliz de la vida al cine, a un restaurante, o algún lugar agradable. Como todos los martes, día en el que ambos disfrutan juntos de su amor jurado, mientras dejan a una prostituta en casa limpiando y planchando.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Amantes.

Solo un zumbido suave pero constante irrumpía el silencio tántrico de aquella habitación; extraño, pues no era una habitación cualquiera, era una de esas en las que normalmente no hay silencios, si no pequeños gritos, algunos gemidos, uno que otro murmullo al oído y todos aquellos ruidos que puedan o quieran emitir dos personas en un momento íntimo.
Pero por alguna razón, allí dentro nada ocurría, solo estaba un muchacho acariciando los cabellos de la  chica que dormida a su lado yacía, a simple vista, parecería una escena sacada de alguna novela surrealista, donde ellos son los protagonistas de un amor jurado y sin medidas, pero la verdad no dicha es que Adrián, lejos de sentir amor, lo que sentía era culpa, lástima, un remordimiento constante que de la conciencia no se le quita.

Y es que el no deja de pensar en lo que momentos antes allí ocurría:
Besos constantes, miradas flagrantes, prendes que volaban con furia implacable, ellos eran amantes errantes; Sí, de esos que solo se ven para saciar sus necesidades sexuales.

Pero ese día, al sus caderas juntarse, al entregarse el uno al otro en esa danza apasionante, Adrián sintió algo que ningún hombre en su vida desearía sentir en un momento como ese: Nada.

Solamente se dejaba guiar por Mariana, aquella chica que completamente desnuda y extasiada disfrutaba al máximo aquel momento en que sus ganas de el eran saciadas. Sin embargo, Adrián a duras penas podía mantener esa virilidad que a ella tanto le encantaba. Quizás esto se deba a que ya había perdido la cuenta de las veces que la había echo suya, puesto que ya habían  pasado alrededor de tres años desde la primera vez, que pudo posar sus labios sobre esa piel, que en su momento de tan solo pensarla, su libido explotaba. Pero que ahora, ya nada le inspiraba.

Era como si su cuerpo estuviera allí, reaccionando solo por instinto ante el acto mas primitivo del mundo, mientras su mente y su alma navegaban entre tumultos, formados por dudas y preguntas del por qué, su amante en turno no le causaba morbo alguno.

Y esto, sin darse cuenta poco a poco lo llevo a encontrar en ella aquella chica de mirada tierna que todos los días recordaba, aquella que de verdad deseaba, aquella que de corazón y cuerpo amaba. Ya que en ese momento solo su imaginación era su aliada, solo ella le daba el poder de amar de nuevo a sus amantes pasadas.

Y así, responder de alguna forma la entrega total de Mariana, pues en cada encuentro, no solo su cuerpo le daba; en cada caricia, en cada beso en cada momento también su corazón le ofrendaba, el lo sentía en el brillo de su mirada, en la forma en que lo besaba, ese amor silenciado que celosamente guardaba.

Adrián en su tiempo también trato de amarla, de corresponder a aquel sentimiento que su amante le brindaba, pero lo fantástico del amor es que sobre el no mandas, lo sientes o no, de manera espontánea.

Y esto ella lo aceptaba, conformándose así, con los polvos de mes en mes, con las lamidas de vez en vez, pero siempre con la esperanza de tenerlo en cuerpo y alma así fuese una sola vez.

“Sin amor no hay futuro”, fue la frase que le quedo en la mente a el después de terminar aquel acto en ese cuarto oscuro. Ella en cambio, pensaba que al fin pudo hacer realidad su sueño mas profundo, hacer el amor con el hombre que mas había amado en este mundo.

El zumbido de repente ceso… Y con esto Adrián del trance salio, “Sin amor no hay futuro” pronunció, y esto a Mariana despertó.

¿Qué sucede? –preguntó-.
Vamos a vestirnos… Ya es tarde.

Y del cuarto salieron los dos, pero ahora por caminos distintos y distantes, ya que Adrián después de ese encuentro, nunca más la busco. No podía seguir haciéndole daño a quien todo lo que hizo fue brindarle amor, desde esa vez, supo que ella sin el estaría  mejor.
 Y aunque esto a Mariana al principio le dolió, hoy en día no le guarda rencor, pues ahora ella también aprendió que sin amor no hay futuro, por que hasta el mismísimo sexo se oxida con la humedad de la entrepierna.